Motivación




La motivación define el conjunto de motivos   fisiológicos y psicológicos  que explican  nuestros  actos. Nos  empuja actuar, a posicionarnos, a decidirnos y a proseguir con nuestros esfuer­zos por conseguir un objetivo concreto.

Según nuestros  traba s, la motivación es el producto de la activación y de la satisfacción de nuestras motivaciones predominantes en los grandes polos de nuestra existencia: Trabajo, Familia, Tiempo libre, Relaciones sociales y Desarrollo personal.
Una motivación fuerte, cualitativa y dirigida nos permite dejar atrás los miedos, los modelos y los frenos psicológicos que nos bloquean y detienen nuestros procesos de progreso y de desarrollo personal. La motivación  contribuye en gran  manera  al desarrollo de nuestro bienestar y de nuestras capacidades, si se orienta de modo potente hacia unos objetivos precisos, ambiciosos o incluso difíciles.
Todos los estudios y las estadísticas de las ciencias del aprendizaje y de la educación lo confirman: la motivación será  el objetivo fundamenta l de la humanidad en los próximos decenios. Todos los especialistas en este tema están de acuerdo en un punto: nuestra motivación influye en toda nuestra existencia: relaciones  profesionales, familiares, sociales, ocio y desarrollo  personal. La motivación nos permite seguir  adelante, construir  nuestra vida  cotidiana y ver el futuro con  lucidez y   pragmatismo,  ¿Son per judiciales la  ausencia de  motivación  y  la desmotivación?                       sí.              
Se ha  demostrado          científicamente                                                                                             que  la  desmotivación con lleva la falta de impulso para implicarse en un proyecto, la no constructividad, la improductividad, e incluso la contra productividad. Si perdura, la desmotivación acaba generando estrés                                                       negativo, ansiedad, angustia crónica, desánimo y           depresión;                                                                                                   es                          decir: los   típicos  estados de malestar y  de falta       de eficiencia.

Cuando nuestras motivaciones conscientes o inconscientes se ven satisfechas, sentimos placer  y bienestar. Por  ejemplo, después de haber visto una buena película, estamos encantados de constatar que nos ha producido emociones agradables y que nos ha aportado elementos de información que han satisfecho nuestra  curiosidad natural.
                                      
Pero estas sensaciones varían según el momento en que las experimentamos. En efecto, nuestras motivaciones evolucionan en el tiempo y, cuando no convergen con las de los demás,  generan incomprensiones, tensiones, relaciones de fuerza y separaciones. Por lo tanto, las personas no pueden ignorar y maltratar de   forma crónica   sus   motivaciones profundas, ya que se exponen a experimentar sufrimientos motivacionales.
     El maltrato motivacional es la acción consciente o inconsciente de ignorar, contrarrestar, minimizar, debilitar u oprimir las motivaciones predominantes tanto las propias como las de los demás.

El sufrimiento motivacional es la situación vital en la que las personas con desmotivación duradera padecen decaimiento o depresión.




Las Siete Características de la Motivación Auténtica


La Motivación Intrínseca y Extrínseca


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La Motivación Según Elena G. de White

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